Medicina Interna

Los doctores de medicina interna del Centro Médico del Jardín de la Salud son médicos de primera que se especializan en la prevención, diagnóstico y tratamiento de todas las enfermedades de los adultos. Nuestros internistas también proveen total amplitud en el cuidado del bienestar.

 

Aquí tenemos algunas de las dolencias que son diagnosticadas y tratadas por nuestros médicos de medicina interna:

 

Infecciones respiratorias agudas - Las infecciones que afectan el tracto respiratorio superior (orejas, nariz, garganta y senos paranasales) o del tracto respiratorio inferior (tráquea, bronquios y pulmones), por lo general causada por un virus. Los síntomas varían dependiendo de qué sistemas se ven afectados. Los antibióticos son necesarios sólo si hay una infección bacteriana secundaria.

 

Asma - Es una enfermedad crónica que afecta a las vías respiratorias. A las personas con asma se les inflaman las vías respiratoriasy son sensibles a los alérgenos o irritantes. Durante un ataque de asma, las vías respiratorias se estrechan y se disminuye el flujo de aire a los pulmones, causando síntomas como sibilancias, tos, opresión en el pecho y dificultad para respirar. El asma puede manejarse evitando cosas que produzcan síntomas y tomando medicamentos para controlar los síntomas y prevenir ataques.

 

Bronquitis - Inflamación de los pasajes respiratorios que puede ser aguda periodo corto) o crónica (periodo largo). A la bronquitis aguda usualmente le sigue una infección viral respiratoria. La bronquitis crónica usualmente es causada por fumar. Para la bronquitis aguda, las medidas simples incluyen descanso, tomar líquidos, tomar aspirina o tylenol para reducir la fiebre, y utilizar un humidificador. Para la bronquitis crónica, medicinas inhaladas pueden necesitarse para abrir los pasajes y sacar el moco. Otras drogas se pueden recetar para tratar la infección o reducir la inflamación. Algunas veces se requiere tener en casa oxígeno para tratar los niveles de oxígeno en la sangre. 

 

Dolor de pecho. El dolor de pecho repentino y severo especialmente si va acompañado de dolor en la parte alta del lado izquierdo, sudoración y nausea o cortedad respiratoria severa, requiere inmediata atención médica, porque puede indicar un ataque al corazón. Otras causas de dolor agudo de pecho incluyen neumonía, bronquitis, gastritis, esofagitis y asma. Dolor de pecho crónico puede surgir de muchas causas, incluyendo angina, hernia hiatal, enfermedad de la vesícula, ulceras y bronquitis crónica. Los médicos de Medicina Interna están preparados para determinar las causas del dolor de pecho crónico y para recetar terapias para encontrar las causas fundamentales o aliviar los síntomas. 

 

Diabetes. Es una enfermedad marcada por los altos niveles de azúcar en la sangre. Los niveles de azúcar en la sangre son regulados a través de las acciones de una hormona llamada insulina. La diabetes ocurre cuando hay muy poca insulina, resistencia a la insulina, o ambas. Dependiendo del tipo de diabetes, el tratamiento puede requerir inyecciones diarias de insulina o drogas para incrementar la producción de insulina, hacer la insulina más efectiva o disminuir la absorción de glucosa del intestino. Cambios en el estilo de vida como pérdida de peso, ejercicio, y cambios en la dieta pueden ser importantes.

 

Fatiga - La pérdida de energía es un síntoma común con muchas causas posibles incluyendo anemia, desordenes del sueño, baja actividad de la glándula tiroides y depresión. La fatiga puede ir acompañada de otras enfermedades, incluyendo diabetes, falla cardiaca congestiva y mononucleosis. E n algunos casos la fatiga es un síntoma del síndrome de fatiga crónica, una afección que comienza como un flu, pero persiste por seis meses o más. 

 

Alto Colesterol en la sangre y triglicéridos - Estos son dos desordenes lípidos en los cuales la sangre lleva exceso de sustancias grasosas. Los desórdenes lípidos aumentan el riesgo de un ataque al corazón o un derrame cerebral. El tratamiento puede llevar una dieta baja en grasa, ejercicio y pérdida de peso. Medicamentos se pueden necesitar para reducir el colesterol LDL (colesterol malo) y/o llevar los triglicéridos a niveles seguros. También pueden recetarse drogas para elevar el colesterol HDL ( colesterol bueno). 

 

Hipertensión (alta presion arterial). La hipertensión es definida como presion sistólica de la sangre (el número más alto) sobre 140 mm Hg o presión diastólica de la sangre (el número más bajo) por encima de 90 mm Hg. Mientras la hipertensión usualmente no tiene síntomas, el tratamiento es importante para reducir el riesgo de un ataque al corazón o un derrame cerebral una enfermedad del riñón y otras afecciones graves.

 

Hipotiroidismo - Una glándula tiroides baja en actividad. La glándula tiroides regula la energía del cuerpo a través de hormonas tiroideas llamadas T3 y T4. Cuando la glándula tiroides no produce suficientes de estas hormonas, el metabolismo se hace más lento. Los síntomas incluyen el aumento de peso, cansancio, pérdida de memoria, sequedad en la piel y el cabello e incapacidad para permanecer tibio. El hipotiroidismo se puede diagnosticar con un simple examen de sangre.

 

Influenza - Es una enfermedad respiratoria contagiosa causada por un virus. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, tos seca, dolor de garganta nariz mocosa o congestionada, dolor en los músculos, cansancio y síntomas estomacales. Las complicaciones del flu pueden ser muy graves como neumonía, deshidratación y empeoramiento de otras afecciones medicas crónicas. La mejor manera de prevenir el flu es vacunarse durante el otoño.

 

Menopausia - El periodo de transición cuando los ovarios de la mujer paran de producir huevos, los niveles de estrógeno y progesterona bajan y la menstruación gradualmente desaparece Los síntomas incluyen calores, sudoración nocturna, insomnio, estados de ánimo variables, sequedad vaginal, falta de deseo sexual e infecciones del tracto urinario. La terapia de reemplazo de hormonas puede aliviar los síntomas pero también tiene riesgos y tanto los riesgos como los beneficios deben discutirse con el medico antes de comenzar el tratamiento. Los medicamentos no hormonales como los antidepresivos pueden ayudar con el estado de ánimo, calores y otros síntomas. 

 

Migraña severa - Con frecuencia es un dolor de cabeza incapacitante. En algunos casos la migraña es presidida por una señal de alerta (aura) como relámpagos de luz o un espacio ciego. En adición a este dolor intenso, una migraña puede causar nausea, vómito y una sensibilidad extrema a la luz y al sonido. No hay cura para las migrañas, pero la frecuencia y severidad de las migrañas puede reducirse con medicamentos. 

 

Osteoartritis - Una enfermedad de las articulaciones que afecta principalmente el cartílago, el tejido que absorbe los impactos que cubre el final de los huesos en la articulación. El cartílago saludable amortigua las articulaciones y permite que los huesos deslizarse uno sobre otro.. En personas con osteoartritis parte del cartílago está roto o desgastado, lo cual facilita a los huesos que se rocen.. El resultado es dolor, hinchazón y pérdida de la movilidad. Las estrategias para minimizar el malestar y apoyar la salud de la articulación incluye descanso, ejercicio, pérdida de peso y medicamentos para el dolor y la inflamación.

 

Osteoporosis - Perdida de la densidad ósea y adelgazamiento del tejido óseo, resultando en huesos frágiles y en un aumento del riesgo de fracturas. La osteoporosis se hace más común con la edad en mujeres que en los hombres. El riesgo de osteoporosis aumenta para las mujeres después de la menopausia, cuando los niveles de estrógeno bajan. La osteoporosis usualmente no tiene síntomas, pero puede ser diagnosticada fácilmente con un examen de densidad mineral del hueso llamado rayos X de energía dual absorptiometry (DEXA). Medicamentos para la osteoporosis pueden prevenir o rebajar la velocidad con que se pierde la densidad ósea y prevenir fracturas.

 

Neumonía - Inflamación de los pulmones causada por infección con bacteria, virus u otros organismos. La neumonía ocurre comúnmente en personas cuyas defensas se hayan debilitadas por una infección del tracto respiratorio superior o influenza. Los síntomas incluyen tos, fiebre, escalofríos, dolor de pecho, dificultad para tragar y cortedad en la respiración. Vacuna contra el neumococo previene el tipo más común de neumonía y es recomendada para adultos de 65 años o más y para personas con enfermedades del corazón, enfermedades de los pulmones, enfermedades del riñón y otras afecciones que aumentan la vulnerabilidad a la neumonía.